26 dic 2007

Irrisoriamente, Irritantemente, Idiotamente.

Sigo pensando que la vida además de extraña es cíclica, Creo que en estos dos últimos de mi vida, me he encontrado, juntado, visto, divisado, que la gran mayoría de las personas con relevancia en mi vida. Esto obviamente no esta exento de una carga emocional considerable la cual te hace pensar de que algo esta pasando, algo importante, el cierre de un periodo de este existir quizás, por otro lado, el termino también de un periodo personal a nivel académico, solo espero como dice la canción:
“Good things are coming away”

Ayer después de una serie de intentos fallidos de juntarse y ponerse al tanto de en que va la vida cotidiana de uno y el otro es que uno de mis mejores amigos apareció en casa.
Andrés, Más bien conocido como Ñaja en el Submundo del Punk y Hardcore, apareció
con su sarcasmo irritante habitual y su intimidante y serio caminar, que después de un rato, descubres que es como un niño buscando cualquier oportunidad para hacer una broma cruel e hiriente.
Lo típico, Comida, Hablar mal de la gente, tratar de salvar el mundo y quejarse del poco tiempo que tenemos como para armar alguna banda con los viejos que andan dando vuelta por ahí en santiago y que está sufriendo al igual que nosotros la necesaria post 27-nostalgia de tiempos donde simplemente “gastábamos” nuestros dias haciendo nada y que nuestra única preocupación era el show del sábado en Cimarrón.

En este contexto, fue curioso escuchar los nuevos discos de bandas que operaban en esos mismos años en otros lados del hemisferio y que hoy, quizás por la misma nostalgia están tocando: Lifetime, Damnation AD, 108.
En si, entiendo ahora un poco el motivo de por que esta gente volvió a tocar, veo en ello la necesidad rigurosa de demostrarse a ellos mismos algo de vigencia y segundo respiro, como hecho más tangible de sentir que aquellos días, no se han acabado por completo y que son capaces aun de hacer buena música.

Irrisoriamente, con Ñaja, concordamos que esta gente estuvo perdida por 8, 10, 11 años y de momento a otro es como si hubiesen despertando para hacer discos geniales y literalmente rompiéndole la boca y el orto a todas las bandas nuevas que responden instancias cronológicamente a-lugar con el tiempo en que vivíamos esto de manera más simple, pero en si quizás todos esto responde nada mas que a la idea desesperante de estar ad-portas a un periodo de la vida donde la máxima preocupación es ver crecer a los hijos y descansar los fines de semana, es el miedo de saber que tu cuerpo en unos 5 a 6 años más comienza un deterioro que no te va dejar subir a un escenario y tocar hardcore con la soltura y facilidad de antes, en si todo esto es producto de una frustración que hace sentirse viejo y necesariamente impotente.

Pero no está todo dicho. De alguna forma creo ser la excepción a muchas cosas de las que planteo aquí, sobre todo que me carga vivir de nostalgias de otros tiempos…

Que tengan buena semana y Fiestas.

Jero.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Creo que eso es lo que hacen la diferencia entre las personas que quieren hacer cambios y demostrar cosas que otros entes.

Besos rata.

Alfonso V. Delpolo dijo...

a mí me pasó que después del hardcore no me sentí parte de nada más.
Que grande el ñaja y saber que aún existe.
Un abrazo Jero,

Poncho.